'APOCALYPTO'
El imparable ocaso de una civilización
Mel Gibson reconstruye los últimos días del imperio maya precolombino en un filme polémico y muy violento financiado con los beneficios de 'La Pasión de Cristo'.
Director: Mel Gibson. Intérpretes: Rudy Youngblood, Dalia Hernández, Jonathan Brewer, Morris Birdyellowhead.
Mel Gibson es un tipo con carisma, más allá de la deplorable imagen pública que arrastra desde hace décadas. A pesar de ser un borracho racista y un fundamentalista religioso, lo cierto es que, como actor, encandila a las cámaras y al gran público y, como director, es de los pocos que aún son capaces de exaltar a los cinéfagos más curtidos con películas espectaculares que pegan donde más duele.
'Apocalypto' supone su cuarta incursión en el terreno de la dirección, tras la intimista 'El hombre sin rostro' (1993) y las muy taquilleras 'Braveheart' (1995, Oscar a la mejor película y al mejor director) y 'La Pasión de Cristo' (2004).
Producida por él mismo, gracias a los más de 600 millones de dólares recaudados por 'La Pasión de Cristo' en todo el mundo, 'Apocalypto' revitaliza de golpe el género del cine de aventuras ambientado en épocas remotas de la historia de la humanidad.
Más concretamente, recrea, con pelos y señales, la etapa de esplendor más decadente del legendario imperio Maya, mezclando datos científicos contrastados con delirios fantasiosos de todo tipo.
Protagonizada por actores no profesionales y hablada en dialectos indígenas, 'Apocalypto' narra una historia de amor incondicional y violencia extrema, aderezada con vertiginosas persecuciones, sacrificios humanos e imágenes de increíble belleza selvática. Es cine de acción en estado puro. Cien por cien adrenalínico.
Durante la primera media hora de 'Apocalypto', Gibson se entretiene presentándonos a los personajes positivos de la trama. Les vemos cazando y haciendo bromas. Son miembros de una tribu de nativos muy bien avenidos. El líder del grupo se llama Garra de Jaguar (Rudy Youngblood). Es hijo del respetado patriarca Cielo de Sílex (Morris Birdyellowhead).
Está casado con Siete (Dalia Hernández), una guapísima morena embarazada, y es padre de un niño de cinco años, Paso de Tortuga (Carlos Emilio Báez). Uno de sus mejores amigos es Flojo (Jonathan Brewer), un individuo torpe e ingenuo del que todos se burlan con simpatía.
La armonía familiar y social del clan de Garra de Jaguar se rompe de la noche a la mañana por culpa del ataque inesperado de los sanguinarios guerreros Holcanos. El cabecilla del ejército agresor es el temible Cero Lobo (Raoul Trujillo), que siempre va acompañado por su lugarteniente, Tinta de Serpiente (Rodolfo Palacios), un asesino sin escrúpulos.
Los Holcanos arrasan la aldea de Garra de Serpiente y matan a su padre, Cielo de Silex.
Aterrado por lo que le pueda suceder a su familia, Garra de Jaguar esconde en un lugar seguro e inaccesible a su mujer e hijo, y promete regresar para rescatarles cuando las cosas se calmen. Por desgracia para él, Cero Lobo consigue apresarlo y se lo lleva a la Gran Ciudad Maya, para que sea sacrificado junto a sus conciudadanos.
Por una serie de circunstancias que no conviene desvelar, Garra de Jaguar logra escapar de sus captores y vuelve a internarse en la selva con la intención de proteger a los suyos. Se inicia entonces una cacería al hombre de proporciones míticas .
"La razón principal que me llevó a rodar esta película", ha confesado Gibson, "fue la de poder filmar una persecución a pie realmente emocionante. Algo nunca visto antes en el cine. Lo que he querido es que los espectadores se quedasen clavados a sus butacas. Sin aliento .
Hipnotizados por las imágenes. No sé si lo habré conseguido, pero esa era mi intención".
'Apocalypto' se rodó en Veracruz y Oaxaca, México, y en diversas localizaciones de Costa Rica y Reino Unido, con un presupuesto de 40 millones de dólares (80 millones, según fuentes no oficiales).
Gibson utilizó cámaras digitales de alta definición para rodar todas las secuencias (llegó a grabar más de 300 horas de material). El rodaje tuvo lugar entre noviembre de 2005 y julio de 2006 (cuatro meses más de lo previsto).
El diseñador de producción Tom Sanders ('Braveheart', 'Salvar al soldado Ryan') reconstruyó una ciudad maya con todos sus barrios, basándose en las ruinas que aún se conservan en México. El compositor James Horner ('Titanic'), en un tono más inquietante e intimista que de costumbre, se encargó de la banda sonora original.
Dean Semler ('Mad Max 2') se ocupó de la imagen: "Intentamos sacar todo el partido posible a las nuevas tecnologías digitales", señala el director de fotografía. "Gibson obligó a los actores a actuar en falsa cámara lenta e incluso les pidió correr hacia atrás en algunas secuencias, con tal de conseguir el efecto visual que quería. Es un director muy imaginativo en ese aspecto: sabe exactamente lo que quiere ver en pantalla, y hace lo que sea con tal de conseguirlo".
'Apocalypto' ha sido comparada por algunos críticos norteamericanos con películas de culto como 'El malvado Zaroff' (Ernest B. Schoedsack e Irving Pichel, 1932) o 'La presa desnuda' (Cornell Wilde, 1966), por la intensidad de sus escenas de caza al hombre.
"El cine de acción no necesita diálogos para emocionar al público" ha asegurado Gibson. "Lo ideal sería hacer una película de este tipo sin que los personajes hablasen. La fuerza de las imágenes debería ser suficiente para captar la atención de los que ven la película . Ese es el tipo de película que yo quiero ver. Eso es lo que he querido hacer con 'Apocalypto'".
Pedro Calleja
http://www.elmundo.es/metropoli/2007/01/19/cine/1169161203.html
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Mel Gibson reconstruye los últimos días del imperio maya precolombino en un filme polémico y muy violento financiado con los beneficios de 'La Pasión de Cristo'.
Director: Mel Gibson. Intérpretes: Rudy Youngblood, Dalia Hernández, Jonathan Brewer, Morris Birdyellowhead.
Mel Gibson es un tipo con carisma, más allá de la deplorable imagen pública que arrastra desde hace décadas. A pesar de ser un borracho racista y un fundamentalista religioso, lo cierto es que, como actor, encandila a las cámaras y al gran público y, como director, es de los pocos que aún son capaces de exaltar a los cinéfagos más curtidos con películas espectaculares que pegan donde más duele.
'Apocalypto' supone su cuarta incursión en el terreno de la dirección, tras la intimista 'El hombre sin rostro' (1993) y las muy taquilleras 'Braveheart' (1995, Oscar a la mejor película y al mejor director) y 'La Pasión de Cristo' (2004).
Producida por él mismo, gracias a los más de 600 millones de dólares recaudados por 'La Pasión de Cristo' en todo el mundo, 'Apocalypto' revitaliza de golpe el género del cine de aventuras ambientado en épocas remotas de la historia de la humanidad.
Más concretamente, recrea, con pelos y señales, la etapa de esplendor más decadente del legendario imperio Maya, mezclando datos científicos contrastados con delirios fantasiosos de todo tipo.
Protagonizada por actores no profesionales y hablada en dialectos indígenas, 'Apocalypto' narra una historia de amor incondicional y violencia extrema, aderezada con vertiginosas persecuciones, sacrificios humanos e imágenes de increíble belleza selvática. Es cine de acción en estado puro. Cien por cien adrenalínico.
Durante la primera media hora de 'Apocalypto', Gibson se entretiene presentándonos a los personajes positivos de la trama. Les vemos cazando y haciendo bromas. Son miembros de una tribu de nativos muy bien avenidos. El líder del grupo se llama Garra de Jaguar (Rudy Youngblood). Es hijo del respetado patriarca Cielo de Sílex (Morris Birdyellowhead).
Está casado con Siete (Dalia Hernández), una guapísima morena embarazada, y es padre de un niño de cinco años, Paso de Tortuga (Carlos Emilio Báez). Uno de sus mejores amigos es Flojo (Jonathan Brewer), un individuo torpe e ingenuo del que todos se burlan con simpatía.
La armonía familiar y social del clan de Garra de Jaguar se rompe de la noche a la mañana por culpa del ataque inesperado de los sanguinarios guerreros Holcanos. El cabecilla del ejército agresor es el temible Cero Lobo (Raoul Trujillo), que siempre va acompañado por su lugarteniente, Tinta de Serpiente (Rodolfo Palacios), un asesino sin escrúpulos.
Los Holcanos arrasan la aldea de Garra de Serpiente y matan a su padre, Cielo de Silex.
Aterrado por lo que le pueda suceder a su familia, Garra de Jaguar esconde en un lugar seguro e inaccesible a su mujer e hijo, y promete regresar para rescatarles cuando las cosas se calmen. Por desgracia para él, Cero Lobo consigue apresarlo y se lo lleva a la Gran Ciudad Maya, para que sea sacrificado junto a sus conciudadanos.
Por una serie de circunstancias que no conviene desvelar, Garra de Jaguar logra escapar de sus captores y vuelve a internarse en la selva con la intención de proteger a los suyos. Se inicia entonces una cacería al hombre de proporciones míticas .
"La razón principal que me llevó a rodar esta película", ha confesado Gibson, "fue la de poder filmar una persecución a pie realmente emocionante. Algo nunca visto antes en el cine. Lo que he querido es que los espectadores se quedasen clavados a sus butacas. Sin aliento .
Hipnotizados por las imágenes. No sé si lo habré conseguido, pero esa era mi intención".
'Apocalypto' se rodó en Veracruz y Oaxaca, México, y en diversas localizaciones de Costa Rica y Reino Unido, con un presupuesto de 40 millones de dólares (80 millones, según fuentes no oficiales).
Gibson utilizó cámaras digitales de alta definición para rodar todas las secuencias (llegó a grabar más de 300 horas de material). El rodaje tuvo lugar entre noviembre de 2005 y julio de 2006 (cuatro meses más de lo previsto).
El diseñador de producción Tom Sanders ('Braveheart', 'Salvar al soldado Ryan') reconstruyó una ciudad maya con todos sus barrios, basándose en las ruinas que aún se conservan en México. El compositor James Horner ('Titanic'), en un tono más inquietante e intimista que de costumbre, se encargó de la banda sonora original.
Dean Semler ('Mad Max 2') se ocupó de la imagen: "Intentamos sacar todo el partido posible a las nuevas tecnologías digitales", señala el director de fotografía. "Gibson obligó a los actores a actuar en falsa cámara lenta e incluso les pidió correr hacia atrás en algunas secuencias, con tal de conseguir el efecto visual que quería. Es un director muy imaginativo en ese aspecto: sabe exactamente lo que quiere ver en pantalla, y hace lo que sea con tal de conseguirlo".
'Apocalypto' ha sido comparada por algunos críticos norteamericanos con películas de culto como 'El malvado Zaroff' (Ernest B. Schoedsack e Irving Pichel, 1932) o 'La presa desnuda' (Cornell Wilde, 1966), por la intensidad de sus escenas de caza al hombre.
"El cine de acción no necesita diálogos para emocionar al público" ha asegurado Gibson. "Lo ideal sería hacer una película de este tipo sin que los personajes hablasen. La fuerza de las imágenes debería ser suficiente para captar la atención de los que ven la película . Ese es el tipo de película que yo quiero ver. Eso es lo que he querido hacer con 'Apocalypto'".
Pedro Calleja
http://www.elmundo.es/metropoli/2007/01/19/cine/1169161203.html
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No es oro todo lo que reluce
Por
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MÓNICA GONZÁLEZ MEDINA
La civilización maya, una de las sociedades antiguas que mayor curiosidad despierta de entre las culturas mesoamericanas, ha sido objeto de múltiples estudios desde los orígenes étnicos hasta nuestros días . La zona geográfica en la que se ubicaba se caracteriza por la diversidad ambiental, lo que confiere mayor mérito a su perfecta adaptación a este medio hostil.
Los mayas dominaron las tierras que desde los golfos de Camphe y Honduras llegan hasta el extremo de la Península del Yucatán, ocupadas hoy en día por México, Belice, Guatemala y Honduras.
Los mayas fueron uno de los pueblos más desarrollados y brillantes del continente: utilizaron un sistema de escritura que se puede observar en las inscripciones jeroglíficas de estelas o altares y levantaron inmensas ciudades en la selva, en las que se observa una arquitectura monumental, con grandes pirámides como las de Tikal (Guatemala) o maravillosas estelas como la de Waxaklahun Ubah K'awil (Señor Conejo Dieciocho) en Copán (Honduras).
También fueron excelentes astrónomos y matemáticos que utilizaron un método para computar el tiempo, que empezaba en el año 3114 a.C., llamado Cuenta Larga, y contaron con la Rueda Calendárica, conocimientos que utilizaron tanto para los cálculos astronómicos como para temas burocráticos.
Simultáneamente, desarrollaron complejos sistemas de ciudades-estado altamente jerarquizados, con una elite dominante encabezada por el kul ahaul (monarca), su familia y la aristocracia. En la base de la pirámide social se encontraban los campesinos y los esclavos.
La razón de ser de su economía era la agricultura y el cultivo más extendido fue el maíz. Los mayas tenían un marcado sentimiento religioso y consideraban el inframundo el lugar privilegiado del cosmos, donde se encuentran los secretos de la vida y de la muerte. De la mano del dominico Francisco Ximénex, el 'Popol Vuh', texto mitológico de los quichés, llegó a Europa a principios del siglo XVIII.
Esta cultura maya, que no fue uniforme debido a las variantes locales y temporales, es susceptible de una división temporal. Aunque sus orígenes se remontan hasta finales del segundo milenio a. C., son tres grandes épocas las que podemos diferenciar ; la Formativa y Protoclásica (800 a.C.-250 d.C.), la Clásica (250-900) y por último la Postclásica, que finaliza con la llegada de los españoles, que se encuentran con una sociedad descentralizada y dividida.
'Apocalypto', al más puro estilo hollywoodiense, es una parábola de lo que fue la civilización maya, no un documental como nos hace pensar el lenguaje maya yucateco en el que está rodado. Planteada anacrónicamente, nos desliza por la línea del tiempo a través de los diferentes periodos de esta gran civilización.
El contacto con los conquistadores -escena final de la película- nos sitúa en la época Postclásica, mientras que a lo largo del filme se muestran imágenes de las ciudades propias del esplendor de la época clásica . El gran colapso de los mayas, que afectó a las Tierras Bajas, llega entre los siglos IX y X y motivó un paulatino abandono de las ciudades.
La cinta de Gibson incurre continuamente en un estado de confusión. La confrontación entre la ciudad y el poblado, plasmada en una ciudad dominada por las construcciones más representativas de los mayas -como las inmensas pirámides, el observatorio astronómico o el campo del juego de pelota- y cargada de depravación frente a un poblado casi idílico y a sólo un día de camino es poco creíble.
Sí es cierto que las culturas mesoamericanas realizaban sacrificios humanos, rituales cuyo objetivo era poner orden en el desorden, como es el caso de la catástrofe natural (sequía) que se describe en el filme.
Para ello existieron diversos tipos de muertes rituales, entre los que se cuentan la extracción del corazón, sacrificio representado en las estelas 11 y 14 de Piedras Negras, o la decapitación, sobre todo en la época clásica, que tenía como finalidad fertilizar los campos.
Pero están planteados con una crueldad llevada al extremo y mezclando rituales de diferentes épocas, y, además, no se incide en la idea del inframundo.
Las diferencias sociales quedan marcadas por la indumentaria y los adornos, pues la elite luce suntuosas joyas realizadas en jade y ropas bordadas. También observamos los tatuajes, las escarificaciones decorativas y las incrustaciones de jade en los dientes.
La indumentaria, los tatuajes y la joyería están dominados por ciertos estereotipos: algunos, como el uso del jade en pendientes y sortijas, verosímiles; y otros, como las cuentas que recorren toda la cara y luce la mujer de Garra de Jaguar, puramente ficticios .
El revuelo que ha despertado la película entre la comunidad indígena está más que justificado, ya que muestra únicamente la cara más violenta de esta civilización, cuando en realidad, y ante todo, fue una de las más ricas y desarrolladas de su tiempo.
Mónica González Medina es historiadora, especialista en Historia de América.
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1 Comments:
Con todo respeto a la gran cultura maya y a la especialista en historia Mónica, que nos matiza los sacrificios humanos, creo que la película lejos de pretender ser una cátedra histórica, es una reflexión profunda acerca de la violencia y la crueldad, como eje de la destrucción de cualquier cultura.
Aunque los sacrificados hayan sido muy bien tratados, y recibidos con flores, el hecho de sacar un corazón, y cortar una caberza que rueda por las escaleras, con la aspiración de tener mejores cosechas, no justifica la crueldad del asesinato. Y me dirán, bueno, eran sus costumbres. Pues son justo esas costumbres y ritos, los que quizá contribuyeron al deterioro de lo que sin duda fue una gran cultura. Apocalypto es una gran película y no está por demás aceptar lo bueno y lo malo de nuestra historia, para avanzar como país.
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