FESTIVAL DE JAZZ VITORIA EN SU 30º EDICION

Brad Mehldau, pianista

Quedan cuatro días para que la 30ª edición del Festival de Jazz de Vitoria (http://www.jazzvitoria.com/) comience su andadura con un concierto íntimo del pianista Brad Mehldau que dará paso a una semana intensa de actuaciones con la presencia estelar de Sonny Rollins, Paco de Lucía, Chick Corea, Morente o Wynton Marsalis. Este último, para celebrar la efeméride, estrenará su suite Vitoria, compuesta expresamente para la ocasión. Y como ya viene siendo habitual, habrá reuniones extraordinarias, como la que oficiará el cantaor Enrique Morente, con el pianista Michel Camilo y el guitarrista Tomatito para interpretar clásicos del jazz.

La venta de entradas lleva buen ritmo, afirmó ayer el director del festival, Iñaki Añúa, "pero también es cierto que el cartel de esta edición es impecable: una buena selección, con conciertos únicos", añadió. Añúa se refería, por ejemplo, al que abre la convocatoria, el sábado 8, en el Teatro Principal: "Un concierto acústico, sin amplificación, para 1.000 personas, que Mehldau aceptó encantado".

La programación intensa del Festival de Jazz de Vitoria comenzará el lunes 10 en el polideportivo de Mendizorrotza (a las 20.00) con la noche electrónica, en la que participan los británicos Incógnito, que ofrecerán un recorrido por su carrera. Les seguirán Medeski, Martin & Wood, una formación excitante que cruza el Atlántico para acudir expresamente a la cita.
De gala

Mendizorrotza se pondrá de gala para recibir al día siguiente a Paco de Lucía, que estará precedido por Delfeayo Marsalis (a las 21.00). Su hermano Winton se presentará el miércoles 12 para ofrecer esa suite Vitoria que ultima estos días en su estudio de Nueva York. "Es más, nos ha pedido un local para cerrar el último ensayo la víspera del concierto, porque me ha prometido que presentará la obra cerrada, con sus nueve movimientos completos", aclaraba a este diario Iñaki Añúa.

A Winton Marsalis le habrá precedido un trío de estrellas encabezado por el contrabajista Ron Carter, acompañado por el pianista Mulgrew Miller y el guitarrista Rusell Malone. Y el jueves 13, otras dos referencias imprescindibles: el grupo del pianista Kenny Barron y la formación liderada por el brasileño Sergio Mendes, que aúna la samba y la bossa nova con el hip-hop y el rap de la música urbana norteamericana.

Y después del concierto que se prevé intenso de Morente, Michael Camilo y Tomatito, el cierre, el día 15, a cargo de la única actuación del saxofonista Sonny Rollins en Europa durante el mes de julio. A sus 76 años, Rollins se perfila como el referente de la historia del jazz del último medio siglo, superviviente de todas las tendencias, desde el hard bop al jazz de masas.

Pero el Festival de Vitoria no sólo atiende a las grandes figuras. Cuenta con una selecta sección, Jazz del Siglo XXI, en la que abre la puerta a jóvenes valores como el saxofonista valenciano Javier Vercher y su sexteto, los nórdicos The Bad Plus o la cantante francesa Mina Agossi.

Michel Camilo en el Festival Vitoria:
Viernes, 14 de julio
Polideportivo de Mendizorrotza
21.00 h.

Los manuales de estilo de la música de cámara afirman que esta del piano y la guitarra es una combinación instrumental poco usual. Sin embargo, al dominicano Michel Camilo le gusta romper moldes. Ya Don Sebesky dijo una vez de él que está entre los músicos que siempre salen a buscar algo nuevo. Sin retos, Michel Camilo no parece estar completo. Y sabe además que son varias las ilustres parejas que alguna vez han suscrito la formulación. Jimmy Rowles y Joe Pass, George Shearing y Jim Hall, Fred Hersch y Bill Frisell, Benny Green y Russell Malone.

Aclarado este punto, lo primero que sorprende en el renovado proyecto de esta pareja de instrumentistas es su energía y una vitalidad que, lejos del engañoso neón de los grammys, lejos del fatuo circo del virtuosismo que caracteriza los objetivos de otros, permiten avizorarle un mejor futuro que aquel que ya tuvo en el origen su aventura común. Y es seguro que, tras haber interpuesto distancia con los antiguos gestores de sus espectáculos en directo, una economía más saneada también.

Sigue alentando la iniciativa el cineasta Fernando Trueba y es sorprendente comprobar cómo luce aún excelente la sincronía alcanzada por ambos músicos en las giras y ensayos. El detalle ayuda a que la resolución de los nuevos hallazgos no emborrone el resultado final. Una empresa que puede y debe saludarse con entusiasmo. Y sin temor a que se defrauden expectativas. El guitarrista Tomatito está en su mejor momento, y Michel Camilo es el pianista que, desde hace años, sólo conoce una carrera ascendente.

Se especula, de un tiempo a esta parte, acerca de la dificultad para casar el jazz con nuestro flamenco. Ambos intérpretes vienen a demostrar que el punto de encuentro transoceánico, más que en la música, está en los músicos. El piano exquisito, cultivado, lírico y tremendamente vivo de Michel Camilo le pone fuelle a las composiciones desde el lado más aflamencado. Por su parte, Tomatito estrecha aún más el entendimiento y fija un territorio común a mitad de camino entre ambos orillas atlánticas.

La gran patria sonora latina está en el centro de esta desbordante cita. Un alarde virtuosístico y un gozo en cada reinvención de las formas musicales más imperecederas. Y, con todo ello, una actitud artística que trasuda plena convicción y buen rollo natural. Camilo-Tomatito, Tomatito-Camilo, una pareja que arriesga, arrastra y -esta vez sí- convence.

Luis Martín ABC y Onda Madrid
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